Sería la selfie de su vida. Al menos así lo pensó el joven, de 29 años. Estaba de visita en el zoológico Kabug Mangrove Park and Wetlands, ubicado al sur de Filipinas. Un día soleado, hermoso.
Se acercó a un enorme cocodrilo. Lo hizo furtivamente. Estaba convencido que era una escultura de piedra. La imagen luciría muy bien en su teléfono móvil. Sonrió. Estaba sorprendido con su osadía.
Se acomodó. Cuidadosamente. Quería una foto memorable. Y justo en ese instante el que creyó un monumento, lo atacó.
El reptil, de nombre Lalay, percibió que le estaban invadiendo su espacio y reaccionó.
No dio tiempo para nada. Se prendió del brazo del turista.
Lo sacudía con fuerza. Parecía que se lo iba a desprender.
En las imágenes captadas por otros visitantes se escuchan los gritos de quienes, impotentes, observaban el ataque sin poder intervenir.
El cocodrilo sostuvo a su víctima durante aproximadamente media hora.
En ese periodo de tiempo, el animal se mantuvo quieto por momentos, manteniendo sus mandíbulas firmemente cerradas sobre el brazo del hombre, quien gemía de dolor mientras era arrastrado en el agua.
El incidente tuvo un desenlace satisfactorio.
El cuidador del ejemplar, arriesgando su propia vida, entró a la jaula, golpeó la cabeza del animal con un bloque de cemento y llevó a que soltara la extremidad.
“Jamás lo volvería a hacer”, dijo el joven tras reconocer que fue una decisión equivocada.
CAMINOS EQUIVOCADOS
Los seres humanos tomamos cada día alrededor de 6000 decisiones. Hay especialistas que dicen que más. Comenzamos a decidir desde el momento en que nos levantamos y, de ahí en adelante, hasta el momento de irnos a la cama.
Algunas de nuestras decisiones son equivocadas. Y nos arrepentimos luego, cuando es probable que no haya opción de corregir.
El rey Salomón escribió hace ya muchos siglos:
“Hay caminos que el hombre considera rectos, pero que al final conducen a la muerte.” (Proverbios 14: 12 | RVC)
Lo mejor que podemos hacer, es tomar decisiones apropiadas. Podemos hacerlo en la medida en que sometemos nuestros proyectos en manos de Dios (Proverbios 37:5)
Cuando dejamos que Dios ocupe el primer lugar en nuestra vida, todo cambia. Él nos guía en cada nuevo paso. Nos orienta sobre qué debemos hacer y qué debemos evitar.
Ahora, una decisión que es la mejor que podrá tomar en su existencia, es acogerse a la gracia de Dios. Reconocer que ha pecado y, por la sangre del Señor Jesús vertida en la cruz, sus pecados son perdonados. Los pasados, presentes y futuros. Es por gracia, no por merecimientos.
Ábrale las puertas de su corazón a Jesucristo y comience hoy una nueva vida.
Fernando Alexis Jiménez sirve a Dios en la Misión Edificando Familias Sólidas. Transmite el Programa “Vida Familiar” y, desde el 2016 dirige el Instituto Bíblico Ministerial.
